Vivimos inmersos actualmente en un gran cambio o crisis colectiva por varias causas, cambio de modelo financiero, gran reset, degradación, corrupción... Recordemos que toda crisis es una oportunidad de cambios positivos o se puede convertir en un peligro al no elegir bien. Pero la crisis ha llegado para todos y nos exige resolverla para poder continuar hacia adelante. Si nuestra respuesta es inteligente creceremos con todo esto, si no lo conseguimos nos estancaremos, retrocederemos...
Estamos recibiendo las energías de Acuario, y lo más importante de estas energías que se derraman desde el cielo sobre nosotros, es que son muy potentes y van a fortalecer lo que hay en nosotros, sea bueno o malo. Las aguas de la vida descienden y hacen florecer las buenas semillas que hay en nosotros o las malezas y las malas hierbas. Para aprovechar esas energías de forma positiva, necesitamos a nivel mental, psíquico y físico tener buena salud, buenos pensamientos y sentimientos, pues lo que tengamos crecerá y nos va a impulsar a una acción constructiva o todo lo contrario si no fuese así.
Para que el proceso sea beneficioso hay que empezar sinceramente por reconocer en qué estado se encuentra "nuestro jardín" interior, tenemos buenas semillas sembradas, cuidadas y cultivadas o malas hierbas...Cada uno tendrá que hacer esa labor de autoconocimiento, de limpieza, de purificación previa para poder recibir en nosotros las energías correspondientes sin riesgo de que fortalezcan lo malo que pueda existir dentro por abandono, mala formación. Son malas hierbas a extirpar: el miedo, la ira, el odio, los celos, la venganza, la codicia, la calumnia, la malicia, la violencia, la falsedad...
Al tiempo hay que desarrollar aquellos valores que queremos conquistar y que Acuario va a favorecer principalmente, como la fraternidad, la solidaridad, la concordia. Necesitamos cultivar la sana convivencia, el respeto, la gratitud, la belleza, el Amor, la responsabilidad, el esfuerzo, la superación personal, los ideales como la Fraternidad universal, la hermandad que algún día se harán realidad en la humanidad.
Aquellos que logren sintonizar con esas energías entrantes se regenerarán y sobrevivirán, respondiendo con pensamientos limpios y emociones puras, así como acciones en la dirección de los nuevos tiempos. No podrá progresar aquello que va contra natura, la degradación alcanzada por una parte de la humanidad nos ha llevado al desastre, al borde del precipicio, no tiene cabida en el futuro.