"Granarse" es el símbolo de la tercera faceta de la diosa tripartita, y se aplica a las mujeres que están en la tercera etapa de su vida. (luna menguante).
La semilla es la portadora de información y representa la concentración de los nutrientes y la esencia que garantiza la supervivencia de las especies. Son las semillas de la sabiduría lo que poseemos y lo que hemos de traspasar. "Granarse" también puede describir el proceso de individuación hacia la esencia propia, el alma y el espíritu, el Yo que nos anima.
Los arquetipos son como semillas que poseemos en nuestro interior desde el principio. En función de las circunstancias y la predisposición, alguna se llegan a activar y otras permanecen en estado latente.
Para estimular las energías de estos arquetipos y florecer en la tercera etapa de la vida es preciso que nos liberemos de los resentimientos y la decepciones del pasado para vivir satisfechas el presente. Ahora bien, conseguirlo requiere una fuerte determinación y trabajar con ahinco para dejar de ser una víctima y una rehén del pasado. Este ejercicio de sabiduría y voluntad bien vale el trabajo espiritual y psicológico que implica.
Lo bueno y lo malo que nos ha sucedido en el pasado nos ha modelado como somos actualmente. Aceptar este hecho y no dejar que el resentimiento, la rabia o la envidia nos absorban exige madurez de nuestra parte y la aceptación de que en esta vida nos pertenece sólo a nosotros y que el espíritu que le imprimamos será responsabilidad nuestra.
Los sentimientos personales de fracaso por lo general impiden a las mujeres que entren de lleno en la tercera etapa de su vida. La transición de una etapa de la vida a otra es una época en que la mayoría de mujeres necesita condolerse para liberarse de lo que sucedió o dejó de suceder. Perdonándonos a nosotras mismas y perdonando a los demás, seremos más libres para movernos en esta tercera etapa sin los estorbos del resentimiento y la culpa.
La posibilidad de florecer durante la tercera etapa a menudo depende de cuál es nuestra elección al cruzar el umbral, empezando por si sabemos aceptarnos tal y como somos en la actualidad para seguir adelante o necesitamos realizar primero ciertos cambios fundamentales. Si no podemos perdonar, olvidar, o bien actuar con sensatez en esta encrucijada, el camino que sigamos nos llevará inevitablemente por parajes deprimidos. La situación influirá en nuestra relaciones y nuestra salud, así como en nuestro estado de ánimo y nuestra mente. El cambio implica la certeza de llevarlo a cabo, la voluntad de lograrlo y la habilidad de conseguirlo."
fragmento de LAS DIOSAS DE LA MUJER MADURA
Autora: Jean Shinoda Bolen
Pido disculpas a las damas por meterete, pero me encanto esta hermosa reflexion y que puede ser aplicada a ambos sexos, las almas estan tan necesitadas de volar hacia un cielo de concordia, del abrazo fraternal incluso con uno mismo y de amor por todo lo manifestado, reflejo amoroso de Dios...como vosotras queridas Damas !!!
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