lunes, 29 de abril de 2019

Ecología y Economía son lo mismo

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Durante los últimos mil doscientos años, la civilización occidental se ha visto condicionada a creer que los seres humanos somos muy diferentes del entorno en el que vivimos. Eso se debe a que, de acuerdo con las verdades ofrecidas por el paradigma previo del monoteísmo, los seres humanos llegaron a este planeta en un acto separado de intervención divina ocurrido tras la creación de todos los animales y las plantas.

Cuando el materialismo científico se convirtió en el paradigma básico de la civilización, el darwinismo ofreció una historia completamente diferente sobre nuestros orígenes, pero en esencia llegó a la misma conclusión : llegamos a este planeta por simple accidente, como resultado de un linaje inverosímil de mutaciones aleatorias.

Las percepciones erróneas sobre nuestros orígenes, promulgadas tanto por la creación monoteísta como por la evolución científica, implican que los seres humanos existen de forma independiente al medio en el que están inmersos. Si bien el monoteísmo enseña que a la humanidad se le entregó el dominio de la biosfera, el materialismo científico contribuye a nuestra separación del medio al sugerir que la misión de la ciencia es gobernar y controlar la Naturaleza.

Nuestro desatinado desapego por el entorno generó errores fatales en nuestra forma de manejar la economía. Hemos fallado específicamente a la hora de reconocer que el entorno es el recurso fundamental de riqueza. Nuestra riqueza monetaria procede de la energía del sol, que alimenta el desarrollo de toda la vida de nuestra biosfera. Nuestra riqueza monetaria procede de los recursos limitados de la Tierra y se consigue mediante procesos que nada tienen que ver con el mercado económico humano y que n están financiados por la economía humana.(más bien, ni siquiera se consideran parte de ello)

En palabras de un científico convertido en economista, Frederick Soddy: "la clorofila fue el primer capitalista". Las moléculas de clorofila son las responsables de la fotosíntesis, el proceso mediante el que la energía del sol transforma el agua y el dióxido de carbono en moléculas de azúcares nutritivos. Las células vegetales cosechan sus moléculas de azúcares creadas por el sol y las utilizan tanto para construir sus elementos básicos metabólicos como para crear su energía vital.

El crecimiento de una brizna de trigo, desde que no es más que un pequeño brote hasta que alcanza la altura de los ojos de un elefante, es posible gracias a la acumulación de riquezas nutricionales fabricadas por la clorofila de la planta. Casi toda la vida en este planeta, incluyendo la nuestra, depende de las moléculas de azúcares creadas mediante la fotosíntesis.

Los economistas Carl H. Wilken y Charles Walters demostraron que todas las riquezas presentes en la economía proceden de los materiales proporcionados por la Naturaleza. Wilken declaró: "Toda nueva riqueza procede del suelo". Tanto si son los frutos de los árboles como las bayas de los arbustos, las cosechas de los campos, los animales domésticos o salvajes, o los minerales de la tierra, todo valor palpable puede ser encontrado o procede del suelo. Incluso en la cibereconomía actual, sin la producción de los bienes procedentes de la tierra, la vida perecería.

Nuestra ignorancia acerca de la frágil red de vida del planeta nos ha impedido ver los intensos daños y estragos que causamos al saquear los recursos del entorno y luego, para echar sal a la herida, contaminamos el medio con desechos inservibles.

La riqueza de la biosfera, al igual que ocurre con cualquier otro organismo vivo, es un reflejo directo de su salud. Los bosques tropicales diezmados, la minería excesiva, las especies llevadas a la extinción, la niebla tóxica, las aguas envenenadas con fármacos, los residuos radioactivos y muchas otras catástrofes causadas por el hombre, han puesto en peligro el bienestar del medioambiente y han reducido su capacidad para generar salud y riqueza. Nuestros desencaminados esfuerzos por dominar y controlar la Naturaleza han alterado el equilibrio natural de la esfera ecológica y han exacerbado la crisis medioambiental que ahora amenaza nuestra supervivencia.

La Naturaleza proporciona a la sociedad humana muchos beneficios vitales que los economistas podrían clasificar como bienes y servicios. Los bienes básicos son los alimentos para la manutención y los materiales de construcción para el cobijo. Los servicios son la purificación, almacenaje y suministro de las aguas; la asimilación de residuos; el equilibrio atmosférico entre oxígeno y dióxido de carbono, y la regulación de las fuerzas climáticas, por nombrar unos cuantos. Los bienes y servicios que proporciona el medio pueden ser denominados en su conjunto "servicio del ecosistema" Y tanto si lo crees como si no, el bienestar de la humanidad depende completamente del flujo continuado de estos servicios ecosistémicos de la Naturaleza"

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fragmentos de LA BIOLOGÍA DE LA TRANSFORMACIÓN-2010
DR. BRUCE H. LIPTON

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