Toda la Creación (o manifestación) es un ente vivo, que es tanto un
mecanismo como un
Espíritu que todo lo incluye y penetra, y tiene un propósito y un plan para hacer que su propósito se
realice.
La imagen verdadera nos revela lo que somos, y lo que necesitamos
hacer para mejorar. El propósito de cada conmoción es en primer lugar, hacernos
acordar de nuestra
Imagen Divina e incitarnos a que nos empeñemos en procura de nuestra verdadera imagen de
“Perfección”. El segundo propósito de las conmociones, es despertar en nosotros la verdadera situación en la
que vivimos.
Las personas conocen raras veces la situación en que viven. Pueden estar en peligro extremo; puede
existir un plan para destruirlas; a la vuelta de la esquina puede haber un
terremoto, un tornado, un incendio u otras catástrofes naturales. Las mayores oportunidades tal vez estén muy
cerca, y la alborada
quizás esté sólo a unos minutos de distancia.
La Conmoción ilumina hasta cierto punto, a la mente humana para que
el hombre
pueda ver la situación y el sitio en los que vive. El tercer propósito de las Conmociones, es eliminar todos
los obstáculos y erigir el Templo de Dios – el Iniciado –. Esta corriente elimina todo lo obsoleto, o transforma
todo el mecanismo
para una labor nueva. Prepara el sendero de las Iniciaciones Tercera, Quinta y Séptima. El
Núcleo de la Galaxia emite estas clases de rayos de modo cíclico y simultáneo. El
Primer Rayo de Conmoción, transporta los prototipos, los arquetipos y las
imágenes densas, para suscitar respuesta por parte de todas las chispas o espíritus. El Segundo Rayo de
Conmoción, pugna por
iluminar a la mente. Podemos ver la situación exacta en la que vivimos, o podemos estar totalmente ciegos,
de manera que “vemos, pero no miramos; oímos, pero no escuchamos”. En este último caso, perdemos la
dirección y el destino
porque la luz destruye nuestro sentido de dirección a causa de la contaminación que existe en
nuestra naturaleza. El Tercer Rayo de Conmoción, elimina los obstáculos. Asimismo, energetiza a todas las
“malas hierbas”
(y sus eventuales semillas) que existan en la naturaleza del hombre.
Cada Conmoción que se transmite en estos Tres Rayos, crea universalmente, crisis en todos los niveles, en
todas las formas de vida. Estas tres corrientes específicas de energía (o Rayos)
emanan cíclicamente del Corazón Galáctico, atravesando los niveles Intuitivo, Mental, Astral, Etérico y Físico
objetivo. En cada uno
de estos planos hay innumerables seres, dotados de cuerpos y psiquismo adecuados. Cada ser,
forma, célula y átomo de estos planos, según su nivel de consciencia recibe la conmoción, y le prodiga su
respuesta o su reacción.
Estas conmociones prosiguen durante siglos y siglos; con poca respuesta, y poca reacción, al
comienzo de una manifestación. Cuando la evolución de los entes y de las formas vivas avanzan, las energías
entrantes crean
respuestas, o reacciones, más frecuentes y hondas; e influyen cada vez más sobre ellas.
Una carga, o una Conmoción, suelta esta abundancia dentro del sistema nervioso de la
Manifestación. De manera que el Corazón Cósmico enciende, con su latido, las luces
de cada forma y le exige a cada una; que se desarrolle y revele de modo gradual, su gloria oculta. El origen de
las crisis se oculta en
el Corazón de la Galaxia. Nuestro Zodíaco recibe una onda de conmoción en un intervalo de cada
25.000 a 26.000 años.
Además, la contaminación existente alrededor del planeta, modifica
la química de las
conmociones, y los rayos de energía no pueden llegar puros al planeta.
Quienes responden a las conmociones provenientes del Corazón
Cósmico expanden
su consciencia, toman una iniciación; y son ascendidos a responsabilidades y deberes más
elevados. Quienes reaccionan ante estas conmociones y no pueden registrarlas física, emocional o
mentalmente, crean trastornos
y agitaciones sociales.
Pero, si una persona responde a estas conmociones a través de su
Alma, la energía de las conmociones transformará y purificará sus naturalezas
física, emocional y mental. Cuando una persona responde espiritualmente a una
conmoción Galáctica y su mecanismo mental es puro y limpio, tendrá una gran
iluminación en su naturaleza mental. Así como la corriente eléctrica que llega
a nuestros hogares ”embellece” con el uso de lamparillas eléctricas,
volviéndolas radiantes y bellas, todas las ideas hermosas, todos los planes y
conceptos creativos de una persona son alimentados por esta corriente
Galáctica, haciendo que su naturaleza mental sea extremadamente creativa. Las
ilusiones, los hechizos y la inercia desaparecen, cuando esta corriente aumenta
en la personalidad, y estamos bajo la luz de nuestra alma; y en la corriente de
la conmoción. Durante tales conmociones y respuestas, las enfermedades físicas
desaparecerán a menudo y la salud se restablecerá.
La conmoción emite en el universo una energía psíquica Cósmica que
alcanza a una
persona y hace circular en su corazón su propia energía psíquica. Esta última iluminará y transformará, a
su vez, todos los vehículos de su personalidad. Las conmociones son de magnitudes variables. Una conmoción de magnitud 2 por ejemplo,
deteriorará la salud de los individuos y de la sociedad si se la enfrenta con una
reacción. Pero, si a la misma conmoción se la recibe con una respuesta, y se la asimila; producirá la difusión de
la salud y la felicidad.
Si una conmoción de magnitud 3, crea una reacción en la humanidad; entonces se harán patentes la
malevolencia, la fealdad y la injusticia. En cambio, si hay una respuesta, florecerán las tendencias creativas.
Una reacción a una
conmoción magnitud 4, acrecentará el separatismo y el nacionalismo.
Pero, si respondemos se multiplicarán los movimientos que abogaran
por la paz y la
busquen. En el sendero que nos lleva hacia la perfección necesitamos desarrollar la humildad. Con ésta
podremos distanciarnos de nuestro yo inferior o personalidad, y de nuestra vanidad; pues son dos
obstáculos en nuestro
sendero. Desarrollamos humildad cuando observamos a quienes están todavía en un nivel animal, y
luego contemplamos a quienes se nos adelantaron cincuenta mil años. La humildad crea compasión en
nosotros, y con ella
procuramos ayudar a quienes se rezagaron física, moral y espiritualmente. La humildad nos
induce a esforzarnos en pos de quienes brillan en los mundos como estrellas refulgentes en los cielos.
Nuestro aspecto “espíritu” quiere manifestarse a través de su mecanismo, y, ocasionalmente,
produce una conmoción.
Las crisis nos muestran la realidad.
Es importantísimo saber dónde estamos. De lo contrario. ¿Cómo podremos saber a dónde queremos ir?. Las
crisis no sólo nos muestran dónde estamos sino también a dónde somos capaces de ir. Hay Crisis Reales, Crisis
Ficticias y Crisis
Fabricadas. Las Crisis Reales son resultado de conmociones Cósmicas. Las Crisis Ficticias son resultado
de lo que tememos e imaginamos. Para impedir las crisis ficticias,
debemos aprender a controlar nuestra imaginación y nuestros sentimientos asociados.
Las Crisis Fabricadas son producidas por quienes quieren explotarnos, por quienes quieren usarnos y manipularnos.
Hay otras
crisis que son creadas por la conciencia. Pero estas crisis son una parte de las producidas por las conmociones
Cómicas. Una persona debe esmerarse muchísimo en distinguir las crisis, y no quedar atrapada entre las
crisis ficticias y las fabricadas.
Por desgracia, esto no es fácil porque los enemigos de la humanidad
saben fabricar
crisis que se parecen tanto a las reales, que son capaces de explotar con ellas al vulgo. En el futuro, los
discípulos avanzados vendrán a ayudarnos a reconocer las crisis ficticias y fabricadas, y a mostrarnos cómo
desecharlas. Las Crisis
Reales nos lanzan al combate. Este “Kurukshetra”, como se lo llama en el Bhagavad Gita, es el campo de batalla
en el que se entabla la guerra de la vida, y en el que deberá ganarse la batalla de la realización
espiritual. La batalla
empieza en donde uno esté actualmente. La intención de la batalla es producir Belleza, Bondad, Justicia,
Alegría, Libertad, Servicio Abnegado y Esfuerzo sin término.
Nadie podrá ganar la batalla externa a menos que pueda ganar la batalla en su interior.
Si no tenemos crisis en nuestro interior, estamos “muertos”. La gente más pacifica es la que está sepultada
en los cementerios.
¡Cuanta abundancia existiría en el mundo si la gente fuera
tan sólo generosa
y dadivosa!. La codicia es la causa de toda nuestra contaminación y de todas nuestras
crisis económicas
Torkom
Saraydarian
fragmentos
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