Según Platón "Feliz es el hombre corporalmente puro pues la pureza del cuerpo físico determina la del astral". El hombre de quien se ha separado el divino e inmortal espíritu dejando tan sólo los cuerpo astral y físico, es presa de todos los vicios e instintos propios de la materia, por lo que se convierte en dócil instrumento de las invisibles entidades de materia sublimada que vagan por la atmósfera y están siempre en acecho de obsesionar a cuantos quedaron abandonados por su inmortal consejero, el divino espíritu. Según este insigne filósofo e iniciado quien haya vivido rectamente en la tierra volverá a morar en su astro para tener allí existencia de felicidad proporcionada a sus merecimientos.
Tanto a nuestro alrededor como en nosotros mismos, entidades misteriosas de potencia y forma entran y salen a voluntad, no obstante estar las puertas bien cerradas.
HPBlavatsky
Están relacionadas con la presencia de criaturas invisibles a las que atraemos con nuestra manera de vivir.
Son la concreción de la presencia de espíritus benéficos o maléficos atraídos por el hombre mismo. Si los humanos, con sus debilidades, sus transgresiones, abren la puerta a las entidades tenebrosas, éstas entran en ellos y producen trastornos
Omraam M.A.
Los anticuerpos contra esta "septicemia" universal existen, están en la propia naturaleza del Alma del Hombre.
Jorge Angel Livraga.
El Espíritu individual que reside en el interior de cada hombre; es una chispa o partícula, por decirlo así, del Espíritu universal (Dios), siendo ambos idénticos en esencia y debido a esta unidad de origen y esencia, todos los seres humanos son esencialmente idénticos entre sí, a pesar de la gran diversidad que ofrecen en su condición exterior. De ahí deriva la necesidad del altruismo, del amor, de la tolerancia y concordia que han de reinar entre todos los miembros de la familia humana. formando así una verdadera Fraternidad universal.
HPB
La "Sabiduría de lo alto", siendo la fuerza aplicada noética o espiritual, los resultados serán acciones acreedoras de una propulsión divina; si proviene de la "sabiduría diabólica terrenal" (poder psíquico), las actividades del hombre serán egoístas y basadas únicamente en las exigencias de su naturaleza física y por lo tanto animal.
HPB
El amor a la Verdad es inherentemente el amor al Bien, que dominando a todos los deseos del alma, purificándola, y asimilándola a lo divino, gobernando así todos los actos del individuo, eleva al hombre hasta la participación y comunión con la Divinidad y le restaura en su semejanza a Dios.
HPB
Una asociación demasiado íntima con la “Vieja Serpiente Terrestre” es infecciosa. Las corrientes magnéticas y ódicas de la Luz Astral incitan con frecuencia al asesinato, embriaguez, inmoralidad, y –como expresó Eliphas Levi– las naturalezas no del todo puras “pueden ser imprudentemente guiadas por las fuerzas ciegas desencadenadas en la Luz », por los errores y los pecados impuestos sobre sus ondas.
Ninguna “sabiduría de arriba” baja en nadie salvo en la condición sine qua non de dejar en el umbral de lo Oculto cada átomo de egoísmo o deseo para fines y beneficios personales
La naturaleza cede sus secretos íntimos e imparte verdadera sabiduría solamente a quien busca la verdad por el amor a ella misma y quien anhela la sabiduría para conferir los beneficios a otros, no a su propia personalidad insignificante
H.P. BLAVATSKY
No hay comentarios:
Publicar un comentario