jueves, 16 de agosto de 2018

La energía más atractiva de un servidor es su alegría



La energía más atractiva de un servidor es su alegría, que se irradia desde sus modales, desde su voz y a través de sus ojos. Todo lo que él toque, florece y evoluciona. La alegría nunca cambia. Aumenta cuando los problemas y conflictos de nuestra vida aumentan. Crece a pesar de las condiciones. Cuando la experiencia del peregrino aumenta, cuando el campo de su servicio se expande, cuando quiere sacrificarse cada vez más, cuando conquista más territorio de autorrealización, la fragancia del loto aumenta y se esparce por ámbitos más vastos. La alegría no es ausencia de obstáculos, problemas y dificultades. Por el contrario, la alegría es el destello que brota de cada victoria obtenida por el hombre interior a través de estos obstáculos. La alegría crece en la batalla, en el conflicto, en el servicio, en el sacrificio. La alegría real crea crisis y tensiones, y las vence. Es así como la alegría crece. La alegría vence a todas las hostilidades, a toda duda, y construye innumerables puentes entre los corazones. La alegría da valentía, inspiración e ideal. Purifica, cura y santifica. Bajo la luz de un hombre alegre, la gente se ve como es. Todas las sombras de la duda desaparecen. La gente es inspirada por un ideal más grande. La energía de la valentía empieza a correr a través de. sus nervios. La gente toma decisiones difíciles mientras la alegría, inflama sus corazones hacia bellezas mayores. La alegría eleva a las personas y las vuelve más capaces, más libres y más radiactivas. Nadie podrá herirnos si la alegría está allí. Las negras flechas de los mundos visible o invisible caen frente a la fortaleza de la alegría. La alegría es armonía; es por eso que las flechas negras no podrán penetrarla. Todo ataque contra la alegría produce depresión, tristeza, oscuridad, fracaso en el atacante. Toda comunicación con la alegría eleva, exalta y embellece. La alegría es la piedra alquímica. Es el Sendero hacia la Vida, hacia el Amor, hacia la Luz. Es el magnetismo del Sol. Las puertas cerradas y los senderos con vallados se franquean ante la presencia de la alegría. En cualquier idioma podemos entender la expresión de alegría. La podemos traducir a nuestro nivel desde cualquier otro nivel. Un hombre alegre es el hombre más sencillo, el más directo y el más profundo. Siempre le entendemos, pero siempre hallamos algo más profundo en él. Cuando penetramos una profundidad, se revela otra. A través de la sencillez de la alegría, nos introducimos en sus misterios. El triunfo es resultado de un trabajo llevado a cabo en alegría. Empecemos nuestro trabajo con alegría y el sendero del triunfo se abrirá frente a nosotros. Comuniquémonos con alegría, trabajemos con alegría. Seamos alegres en todas nuestras relaciones, e incluso observemos nuestros fracasos con alegría, en alegría. Todo fracaso observado en alegría se transforma en triunfo y victoria. Todos los problemas observados en la alegría, se disuelven. La alegría aboga por el Infinito. La alegría está a favor de lo inmutable. Y la alegría es testigo de lo imperecedero de la llama humana. La forma de saludo de los guerreros de la Nueva Era será: - ¡Alegraos!

No se trata de un apretón de manos ni de un ¡Hola! No es un beso ni un abrazo. Es un acto de cargar a las personas con la energía de la alegría. Es un acto de alzarlas de las olas de los tres mundos y sostenerlas en la belleza, en la gratitud, en la valentía, en la esperanza, en el ideal y en la realidad. "¡Alegraos!" La alegría es la fragancia que brota del Cáliz Interior, es una melodía que canta eternamente.




Torkom Saraydarian

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