Marchaba hacia la salida después de la extracción de sangre para el suero de mis ojos y de pronto escuché esta frase de una conversación. “Mi hermana no sirve para eso”. Entonces acudieron en tropel miles de ideas y recuerdos…
Lo primero que pensé fue….diríamos eso mismo de un peral porque no da manzanas, de una piedra porque no es agua, o de un pájaro porque no es nube. No, sería ir contra natura, estar locos…
Pues eso hacemos, llevados por nuestra “ceguera-ignorancia”, con otros seres humanos. Los criticamos o juzgamos porque no son iguales a nosotros o tan perfectos como deberían ser a nuestro juicio (que severos somos con los otros, y que poco con nosotros).
Y si tienen debilidades o defectos, que los tendrán, quien no los tiene…. (tire la primera piedra quien esté libre de ellos), los criticamos o juzgamos, sin más, subrayándolos para menguar las virtudes.
Cada cual tiene su naturaleza, sirve y vale para algo, sólo hay que encontrarlo, sacarlo a la luz, potenciarlo. No será naranjo, pero será quizás un rosal. En la Naturaleza todo es necesario, existe por y para algo.
Gracias a todos nosotros, se da su policromía, su gran riqueza, sus mil facetas, porque es riquísima en formas y matices.
Deberíamos desterrar de nosotros, si queremos un mundo más justo y bueno, la crítica a los demás y aplicarla sobre nosotros en tal caso.
Deberíamos valorar a las personas por sí mismas. Aprender, ver y reconocer sus capacidades y cualidades intrínsecas.
Deberíamos apoyarlas, potenciarlas con la educación y medios adecuados para que se desarrollen, de modo que puedan realizarse, ofreciendo al mundo, eso que define más y mejor su persona.
Deberíamos ser más humanos, con más corazón. En donde cuente más lo que podemos ofrecer a los demás, generosamente.
En fin….deberíamos esforzarnos por ser cada uno quien ES, sin importar calificaciones ni opiniones del entorno.
El río no pide permiso para serlo, ni el árbol, ni el viento, ni el corazón. Simplemente son aquello para lo que existen. SON y siendo cumplen su papel, SIRVEN al conjunto del que forman parte, pueden ser Felices, porque siendo ellos mismos, son útiles, cumplen su misión. “Son luminosos”…como dirían en Egipto.
Quizás por eso recordé ahora uno de los poemas de Amado Nervo:
"El castaño no sabe que se llama castaño;
mas al aproximarse la madurez del año
nos da su noble fruto de perfume otoñal;
y Canopo no sabe que Canopo se llama;
pero su orbe coloso nos envía su llama,
y es de los universos el eje sideral.
Nadie mira la rosa que nació en el desierto;
más ella, ufana, erguida, muestra el cáliz abierto,
cual si mandara un ósculo perenne a la extensión
Nadie sembró la espiga del borde del camino,
ni nadie la recoge; más ella, con divino
silencio, dará granos al hambriento gorrión..."
Nefertum- (D. V.)- 8/9/2010-Madrid
REGISTRO PROPIEDAD INTELECTUAL Nº M-00-7439/2010
fragmento de mi libro VIAJE AL PAÍS DE LA MAGIA
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