Estamos viviendo, una etapa de transición y el Hombre mismo es un personaje de transición en donde luchan el Hombre Viejo y el Hombre Nuevo. En esta etapa es natural que se den muchas contradicciones y vacilaciones de importancia que llevan a graves desequilibrios. Los ejemplos más vivos son la contaminación, la amenaza constante de guerra atómica, los cohetes interplanetarios a la vez que en la Tierra se restringe la mecanización de los transportes, la explosión demográfico, la superabundancia técnica a la vez que faltan alimentos, etc
Jorge Ángel Livraga - La Era de Acuario- 1980
Etapas de transición han existido y existirán entre un mundo en decadencia y muerte, y otro que está naciendo y aún no se plasmó. Estamos en el final de la Era de Piscis y el comienzo de Acuario, unos dicen que comenzó en 1950 y otros que comienza ahora, sea como sea, lo cierto es que seguimos o entramos en una etapa de transición. Donde todo está cayendo, destruyéndose... como en la muerte de una persona, ya no estamos aquí y tampoco allí, estamos en el tránsito de un plano a otros... Y este proceso lleva su tiempo, a cada cual el suyo, recordemos que cuando es colectivo pasa exactamente igual. Cuando se habla de las Eras astrológicas hay que tener en cuenta que todas tienen 3 etapas, la primera incluye la de transición que dependiendo de lo que hagamos nosotros será más o menos larga...
En este período hay que rescatar valores y propagarlos como semillas para que impulsen la nueva Vida sana. Labor ésta que los más despiertos y evolucionados deben realizar para reducir el tiempo y no caer en una larga agonía o transición peligrosa.
La fuerza del Renacimiento se va a conseguir gracias al Espíritu Vivo de los más conscientes, que lo propagarán con sus obras escritas, arte, descubrimientos, inspiración, desde donde todo puede volver a resurgir como el fénix de sus cenizas mucho mejor que antes, al conseguir Renovarse.
D.V.-Nefertum
18/2/2021
LA ODISEA DEL ALMA IV
“Es en esa riqueza del Espíritu, en esa fuerza del Espíritu, donde nosotros hallamos las soluciones. Así, el Hombre deja de estar encorvado, deja de estar enfermo y deja de estar muerto, porque el Hombre Interior no se encorva jamás, ni se enferma, ni muere. Es entonces cuando se siente esa fuerza interior, cuando se descubre al verdadero Hombre, no al Hombre de las preguntas, sino al de las respuestas.
Entonces sí, entonces nuestros brazos se abren hacia las estrellas; entonces podremos estar de pie ante la Historia y podremos transmitir nuestra palabra apasionada. Podremos legar nuestras plumas rotas, ensangrentadas con tinta de nuestro corazón, a las generaciones que vengan. Podremos volver a reconocer el mármol, las piedras; podremos dibujar, pintar, soñar, reír, cantar. Podremos volver a tener y aclamar a un Señor, y podremos llegar a concebir a Dios, a nosotros mismos y a la Naturaleza.”
*Jorge Ángel Livraga*
_(“Qué opciones tiene el hombre en la vida”)_
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