Una profecía espiritual declara que, en el siglo que viene, se darán pasos para elegir a todos nuestros altos dignatarios entre los que trabajan intensamente en pos de la transfiguración de su naturaleza. Sólo los que están en el sendero de la transfiguración podrán prestar a la humanidad un servicio de alta calidad, un servicio al que no lo contaminen las corruptelas, el soborno, los intereses egoístas, las explotaciones y el separatismo, tan comunes en esta época en las burocracias. El público exigirá cada vez más a sus funcionarios un servicio de calidad superior. La montaña es el símbolo de la Tríada Espiritual, y sólo los que tienen contacto con tal Fuente de pureza, belleza e integridad podrán servir a una nación, podrán servir a la humanidad.
El destino de la humanidad depende de en qué nivel la gente reacciona o responde a estas energías. Si la mayoría de la gente reacciona a la energía de Saturno con los centros debajo del diafragma, sobrevendrán guerras, destrucción y corruptelas. Si la mayoría de las personas responde a estas energías a través de su corazón, garganta y centro de la cabeza, verá la gloria de la nueva Era. Un gran Sabio dice que la Jerarquía se exteriorizará en el mes en el que el Sol esté en Capricornio. Cristo, la Cabeza de la Jerarquía nació en Capricornio. La Jerarquía se exteriorizará a través de los que estén en contacto con Cristo. "
"Los discípulos de la Nueva Era se reconocerán por su firme e inmutable belleza, júbilo, solemnidad y dignidad.
Vivir en presencia de Cristo. Una vez que El llena nuestra vida, vivimos en El, y El vive dentro de nosotros. Recuerdo que un día en que yo partía hacia un país extranjero mi padre me dijo: --Ahora tienes nueve años. Te diré una cosa que no deberás olvidar nunca: dondequiera que estés, trata de recordar que los ojos de Cristo te están observando.
Su meta es la salvación del mundo. Le ayudamos cuando tratamos de traer al mundo más luz, amor y belleza. Le ayudamos cuando fortalecemos los corazones y las manos de los que sinceramente tratan de ayudar a la humanidad"
Cuando un hombre vive para un grupo, está en el sendero que conduce a una vida mayor. Cuando un hombre vive para una nación sin ser nacionalista, se acerca a la puerta de la vida. Cuando expande su consciencia y vive para la humanidad, se está abriendo para él la puerta de la vida. Cuando un hombre vive para toda la existencia, vive y se mueve en la vida más abundante. El grado de vastedad es el que nos introduce en una vida mayor.
La meta suprema del acuariano es expresar la nueva Era, sus visiones, ideas y trabajo, y ser el "agua de vida " derramada para los hombres sedientos".
La energía de Virgo trabaja para manifestar al Cristo:
El principio Crístico en el hombre. El Cristo histórico. El Cristo solar. El Cristo Cósmico. Cristo es el principio que une lo ínfimo con lo supremo en todos los fragmentos de la manifestación y expresa el impulso de servir y la voluntad de sacrificio. Se nos dice que en las antiguas tradiciones, Virgo fue la fundadora del matriarcado, que dominó y controló a la civilización antigua. La conocen con varios nombres: Eva, lsis y María. Es interesantísimo notar que la Virgen es la madre del principio crístico, y es en tres etapas que se lleva a cabo la formación y la madurez de este principio. Primero está Eva, que es el símbolo del plano mental. lsis es el símbolo del plano emocional, y María es el símbolo del plano físico etérico. En el plano mental, se escuda el principio Crístico; en el plano astral se nutre, y en el plano físico se revela o nace. Esta es la evolución del principio Crístico. En el plano mental se lo concibe cuando toman contacto la personalidad y el Yo Transpersonal; en el plano emocional, se nutre con gran aspiración, y en el plano físico entra en manifestación a través de actos motivados por la voluntad de servir. Es interesantísimo que sea Virgo la que da a luz a Cristo. Ella no le obtiene de otras fuentes; El está dentro de la Virgen. Cristo está presente en Ella eternamente. El es el Yo verdadero de Ella.(1) Virgo es símbolo de la materia que es el polo contrario del Espíritu. La materia da forma a la creadora voluntad del espíritu que se manifiesta a través de la materia. Pero al espíritu no lo reconoce sino el Hijo de la Madre. El es el eslabón entre Padre y Madre. El es el anima mundi: el Alma universal o el principio erístico, el puente entre espíritu y materia.
La Luna afecta a la Tierra "con la influencia maligna, invisible y emponzoñada, que emana del lado oculto de su naturaleza", en el período que corre desde la luna llena hasta la nueva. "Las partículas de su cuerpo corrupto hállanse llenas de vida activa y destructora, a pesar de que el cuerpo antes formado por ellas, carece de alma y de vida." Esta situación cambia cuando los rayos del Sol inundan a la Luna y rechazan a las "influencias emponzoñadas" antes mencionadas. Cuando la Luna está en creciente, o su luz aumenta, los discípulos de los grandes Iniciados aprovechan la oportunidad para esparcir la luz, el amor y el poder de aquélla por todo el mundo mediante la meditación y la invocación grupales. El período de luna llena es la época más oportuna para las fuerzas de la Luz, porque la influencia de la Luna está en su marea más baja, y es en tales épocas que con seguridad y gran beneficio para la humanidad, se puede tomar contacto con las fuerzas extraplanetarias benéficas. "
En la Era de Acuario, será posible una mayor iluminación. Este es el segundo don de Acuario. La iluminación es el momento de nuestra vida en el que se abre una ventana a los reinos de nuestro conocimiento superior y podemos ver el Propósito y la belleza de la Vida. Podemos tornar conocimiento de que somos la Vida. Por un momento, la electricidad de la Vida atraviesa nuestro organismo y disfrutamos el sentimiento de unidad real. El tercer don de Acuario es la fraternidad. La fraternidad es un estado de consciencia en el que todos nuestros temores, sentido de separatividad y odios no existen más. La ira y la codicia desaparecen, y por primera vez en nuestra vida, nos sentimos libres. La libertad es el conocimiento de que la gente realmente nos ama, de que entre ella estamos seguros y se satisfarán todas nuestras necesidades; todo el mundo cuida de nosotros y nosotros de todos; estamos protegidos aunque nos caigamos porque nos rodean corazones que pueden perdonar nuestros fracasos y animarnos hacia el triunfo. En esta etapa de libertad, sólo hay luz, verdad y realidad dentro de nosotros, el cielo de nuestro ser ahora está despejado. En la Era de Acuario, cada vez que el Sol entra en Acuario se nos presentan estos dones. Cristo, como el verdadero acuariano, recorrió el sendero de Acuario hace siglos, y en esta época, se convierte en el dispensador de estas energías. La fraternidad empieza con buena voluntad, buenas relaciones humanas y se expande a la vida grupal, trabajando por el bien del grupo a través del servicio grupal.
Torkom Saraydarian - fragmentos
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