Hoy Escuchemos a Séneca:
"No es que tengamos poco tiempo, sino que perdemos mucho. Asaz larga es la vida y más que suficiente para consumar las más grandes empresas si se hiciese de ella buen uso; pero cuando se desperdicia en la disipación y en la negligencia; cuando a ninguna cosa buena se dedica, al empuje de la última hora inevitable sentimos que se nos ha ido aquella vida que no reparamos siquieraaque anduviese. Y es así: no recibimos una vida corta, sino que nosotros la acortamos; ni somos de ella indigentes, sino manirrotos.
Empújanlos y rodeánlos por todos lados los vicios y no les permiten erguirse ni levantar los ojos a la contemplación de la verdad, sino que los tiene sumidos y atollados en los fangales de las concuspiscencias y nunca les consienten tornar a sí. Y si, por ventura, en alguna ocasiónles acaece alguna calma, como sucede en alta mar, en donde tras el viento queda la marea sorda, andan fluctuando sin que jamás sus pasiones les den estable reposo.
Vuestra vida, a fe mía, por más que pasare de mil años, se contraerá a un espacio brevísimo porque vuestros vicios devorarían todos los siglos. El espacio que vosotros tenéis, al cual puede dilatar la razón, aunque naturalmente pase apurado, forzosamente se os escurrirá muy deprisa, pues que vosotros no lo asis ni lo retenéis ni conseguís retardar la más veloz de todas las cosas, sino que dejáis que corra, como cosa superflua y recobrable.
¿Pensarás acaso que ha navegado mucho aquel a quien una brava tempestad le saltó ya a la salida del mismo puerto y le llevó asendereado de aquí para allá y el antojo de los contrarios vientos enfurecidos le hizo girar en un mismo remolino? No, no es que haya navegado mucho, sino que se ha mareado mucho"
Empújanlos y rodeánlos por todos lados los vicios y no les permiten erguirse ni levantar los ojos a la contemplación de la verdad, sino que los tiene sumidos y atollados en los fangales de las concuspiscencias y nunca les consienten tornar a sí. Y si, por ventura, en alguna ocasiónles acaece alguna calma, como sucede en alta mar, en donde tras el viento queda la marea sorda, andan fluctuando sin que jamás sus pasiones les den estable reposo.
Vuestra vida, a fe mía, por más que pasare de mil años, se contraerá a un espacio brevísimo porque vuestros vicios devorarían todos los siglos. El espacio que vosotros tenéis, al cual puede dilatar la razón, aunque naturalmente pase apurado, forzosamente se os escurrirá muy deprisa, pues que vosotros no lo asis ni lo retenéis ni conseguís retardar la más veloz de todas las cosas, sino que dejáis que corra, como cosa superflua y recobrable.
¿Pensarás acaso que ha navegado mucho aquel a quien una brava tempestad le saltó ya a la salida del mismo puerto y le llevó asendereado de aquí para allá y el antojo de los contrarios vientos enfurecidos le hizo girar en un mismo remolino? No, no es que haya navegado mucho, sino que se ha mareado mucho"
Dos veces vence el que en la victoria se vence a sí mismo.
Muchas veces es valor el conservar la vida.
La esclavitud más denigrante es la de ser esclavo de uno mismo.
Los hombres aman sus vicios y al mismo tiempo los odian.
Si os sujetáis a la naturaleza, nunca seréis pobres;
si os sujetáis a la opinión, nunca seréis ricos.
Las dificultades fortalecen la mente, como el trabajo lo hace con el cuerpo.
Contra la ira, dilación
El peor enemigo es el traidor.
Para ser feliz hay que vivir en guerra con las propias pasiones
y en paz con las de los demás.
Desdichado es el que por tal se tiene.
Feas palabras, aun livianamente dichas ofenden.
Ofensa hace a los buenos el que a los malos perdona.
SENECA
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