"Juventud no es un problema de células epiteliales, para mí, la juventud no es un problema de tener veinte años; creo que con los griegos, creo con los presocráticos que juventud es la Afrodita de Oro, juventud es el Ser Interior, juventud es la fuerza que tenemos dentro de nosotros mismos que nos hace escribir un libro como una planta hace florecer, que nos hace dar una conferencia como un río que hace crecer, que nos hace componer una música como las estrellas brillan en el cielo.
Es una fuerza misteriosa la fuerza de la juventud interior, la Afrodita de Oro de los griegos, aquello que nos permite, más allá del tiempo y del espacio, ser eternamente jóvenes, tener entusiasmo, tener ideales, tener capacidad de amar más allá de las glándulas y más allá de los distintos pellejos que nos recubren, tener esa fueza interior, vertical como un fuego, como un árbol, como un menhir en medio de un inmenso campo; ser verticales y dirigirnos hacia el cielo y tener conocimiento de la tierra.
Es una fuerza misteriosa la fuerza de la juventud interior, la Afrodita de Oro de los griegos, aquello que nos permite, más allá del tiempo y del espacio, ser eternamente jóvenes, tener entusiasmo, tener ideales, tener capacidad de amar más allá de las glándulas y más allá de los distintos pellejos que nos recubren, tener esa fueza interior, vertical como un fuego, como un árbol, como un menhir en medio de un inmenso campo; ser verticales y dirigirnos hacia el cielo y tener conocimiento de la tierra.
El día que descubramos que, más allá del número, existe una esencia, existe una fuerza, existe un poder, reconstruiremos este mundo que estamos perdiendo y lo reconstruiremos mejor...."
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