Me desperté escuchando una emisora de radio donde hablaban de un alga marina, describían sus propiedades y beneficios para la salud, explicando entre otras cosas como acumulaba la energía solar convirtiéndola en proteínas, enzimas, vitaminas, e igualmente como transformaba el dióxido de carbono en oxígeno.
Recordé los beneficios que nos aporta el mundo vegetal en general, gran transformador de lo que emitimos contaminado, que nos devuelve convertido en algo vital para vivir y poder respirar.
Me pregunté ¿Qué aportamos nosotros a la Naturaleza?
¿Somos seres que la ayudamos en algo o sólo la consumimos y destruimos?
Vi la Generosidad constante de los otros reinos naturales; el mineral, el vegetal, el animal, de quienes recibíamos tanto ¿y nosotros qué dábamos?
Y es que sólo podemos hablar de reciprocidad, de Unidad consciente, si al hecho de Recibir responde el de Dar…
Me maravilla esa capacidad transformadora de los elementos desechados por unos, para otros útiles, aprovechables por alguien del entorno. La Naturaleza, entre otras grandes maravillas, se mostraba como la gran economista, la Gran alquimista, la más Poderosa de las Magas en la Tierra. Así la encontramos en Egipto como Isis Hathor: Grande en Magia y Sabiduría.
La admiración, el respeto y la devoción por Ella, fluyeron naturalmente de mi corazón, proponiéndome seguir aprendiendo sus secretos, para colaborar de algún modo, en su Gran Obra, la de la Vida y el Amor en Evolución constante.
¿Podríamos aprender hacer como aquellas algas. Concentrar la energía solar para proporcionar a otros "alimentos" para su Vida y desarrollo? En algún "rincón secreto" de nuestro corazón o nuestra mente... estaba aquel laboratorio que también podía hacer alquimia...
27/10/2010- D. V.´- (Nefertum)
Registro Propiedad intelectual nº 007439/2010
De mi libro: ESENCIA Y LUZ DEL CORAZÓN CONCIENCIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario